Latitudes 3: BookCrossing

Otra de mis columnas para el periódico latino en USA.
La cruzada del libro vagabundo 

Es una filosofía en acción que promueve un vínculo distinto con los libros. El movimiento de las ideas voladoras, ¿es el fin de la biblioteca anclada en casa? 
La idea surgió en el año 2001, y rápidamente se desparramó en la web, captando la atención de espíritus afines en todos los rincones del mundo. 
El llamado BookCrossing (también abreviado como BC, BCing o Bxing), es un movimiento que practica la filosofía de abandonar libros en lugares públicos, para que sean recogidos por otros lectores. 

 Por supuesto, se espera que el lector que encuentra el preciado tesoro, haga exactamente lo mismo, para continuar con el ciclo del libro itinerante.La idea es liberar cada uno de los libros que uno ya leyó en la gran aldea global, para que sean encontrados y leídos por otras personas, en vez de atesorarlos en las bibliotecas de nuestras casas.Libro liberado es como se le denomina técnicamente al ejemplar librado a su suerte. 
Si una persona decide liberar un libro vía BookCrossing, tiene que registrarse en el website que agrupa al movimiento para conseguir un BCID (BookCrossing ID number). De esta manera, ese libro se registra en la base de datos del sistema. A la persona que lo encuentra, se le solicita que se registre en el website de BookCrossing y que escriba para notificar el hallazgo; y se espera que luego suelte nuevamente el libro una vez que lo haya terminado.Ser miembro de BookCrossing es totalmente gratuito, aunque se aceptan donaciones para mantener los servidores. Bancos de plaza, mesas de café, asientos de bus, cualquier lugar visible es bueno para que otras personas encuentren el tesoro abandonado.Ahora bien, quizás te preguntes, ¿realmente hay gente que lo hace, hay personajes capaces de regalar así sus libros, de desmantelar su biblioteca personal, a favor de la mega-biblioteca libre universal?Sorpréndete conmigo: Ya hay 414.000 miembros en el movimiento, y ya se han liberado más 2,4 millones de libros.El creador de este movimiento que aspira a la lectura generosa es el estadounidense Ron Hombaker y su creación se concretó en abril del año 2001.Podemos encontrar ciertos antecedentes en el funcionamiento de este movimiento en PhotoTag.org y WheresGeorge.com, comunidades de Internet que se dedican, respectivamente, al seguimiento de cámaras de fotos desechables perdidas por el mundo y al de billetes estadounidenses por el número de serie.Pero el valor agregado de este movimiento es el espíritu altruista y generoso de compartir una idea que nos resultó relevante, de desprendernos de un objeto cultural preciado para que otros lo disfruten, y además del tremendo encanto de confiar en que el devenir azaroso, nos hará llegar hasta nuestras propias manos un libro ajeno, completando así un ciclo realmente mágico.Aunque la comunidad de los bookcrossers es básicamente virtual, la fuerza invisible de los espíritus afines también se materializa: el segundo martes de cada mes todos los bookcrossers del mundo se reúnen en sus ciudades respectivas.Según surgen de los propios datos de los participantes, el perfil del bookcrosser es el de una persona de 30 años en promedio, usuario asiduo de Internet, y al menos entre los que hablan español, hay más mujeres que hombres.“Haz del mundo una biblioteca” o “la generosidad es adictiva” son algunos de los lemas que se pueden leer en las páginas del movimiento.La página es inglés es: http://www.bookcrossing.com/
Mientras que los bookcrossers que hablan español se reúnen en 

Allí encontramos un glosario, preguntas frecuentes, testimonios, todo lo que necesitamos saber si nos decidimos a ponerle alas a algunos de nuestros más queridos libros. 
Me apasiona pensar en el recorrido de un libro solito por el mundo. Me imagino un “Rayuela”, la maravillosa novela de Julio Cortázar -abandonado por un señor de canas que lo ha visto todo- y encontrado por unas tiernitas manos adolescentes que intuyen un mundo que aún no conocen… 
Qué lindo pensarlo así:¡Los libros están vivos!