Neosolteros

Publiqué esta nota en la revista +Salud.
Una curiosidad de la investigación: en Europa, se emplea el Living Apart Together para definir a las parejas que no quieren convivir.


El fin del matrimonio
La soltería dejó de ser la mera definición de un estado civil; para quienes la eligen como forma de vida, se convirtió en toda una declaración de principios. Comprometidos con la libertad, la profesión, y los placeres personales, para algunos, el matrimonio ya es historia antigua.


¿Qué implicancias tiene ser un adulto soltero en el mundo contemporáneo?
Sin duda, hasta no hace muchos años atrás, “ser soltero” a cierta edad, implicaba una suerte de estigma social, una pesada carga, especialmente para las mujeres que no hubieran formado un hogar. Las personas solas pasaban a ser sospechosas de tener mal carácter, mala suerte, o incluso una vida “anormal”. La soltería durante muchos años fue sinónimo de fracaso personal.
Pero en las últimas dos décadas, en muchas ciudades del mundo la soltería comenzó a transformarse en una alternativa, una elección, una postura filosófica y hasta un estilo de vida.

Esta nueva tendencia social se manifiesta aún de forma muy dispar en los diferentes países de Occidente (en los de muy alto nivel de vida -como Suecia-, representa alrededor de un 40 por ciento de la población; en ciudades latinoamericanas, promedia el 15 por ciento); pero más allá de las cifras, el análisis de este nuevo mapa de los vínculos, nos permite percibir las transformaciones que están modificando las bases de la sociedad actual.

Radiografía de un cambio

Existen muchos factores a considerar para comprender por qué muchas personas eligen vivir solas.
La libertad e independencia económica que han logrado las mujeres en las últimas décadas, y sus posibilidades de desarrollo profesional, han cambiado mucho la perspectiva de vida femenina. Hoy en día, muchas mujeres piensan y sienten que formar una familia no es un destino obligado, sino una alternativa de vida más, que se puede elegir o rechazar; la familia y el matrimonio ya no son percibidos masivamente como instituciones que garantizan una vida feliz.
También influye que se extendió mucho el periodo de formación de los universitarios, quienes cada vez necesitan más capacitación para insertarse un mundo extremadamente competitivo.
Además, por diversos factores socio-económicos, en todo el mundo hay una revalorización social del mundo privado de cada ser humano, una exacerbación del individualismo y la autonomía personal.
La Lic. Fabiana Porracín señala que para muchas personas que viven solas y están a gusto con esa situación, es difícil pensar en la convivencia: “La vida en soledad produce ciertas comodidades, placeres y privilegios, que no se pueden reproducir en la vida de pareja; es una mayor libertad para decidir, elegir y hacer, y no pagar el costo que implica el compromiso y la responsabilidad de una relación estable. Hay costumbres y hábitos personales que se instauran en lo cotidiano,y eso dificulta la toma de decisiones de vida compartidas y consensuadas”.
Otro factor a considerar, es que muchos individuos que han sufrido las desavenencias de pareja de sus propios padres, hoy eligen rotundamente no repetir la experiencia del matrimonio, al que consideran conflictivo por naturaleza y represor de las libertades individuales.
Para algunos sectores–generalmente de ingresos medios y altos- hoy prevalece la necesidad de cumplir con sus metas profesionales y de crecimiento personal; por lo tanto, el ideal de formar una familia queda en segundo plano, y en otros casos, ni siquiera se hace presente. Todo esto incide en estas nuevas formas de vida.


Neosolteros
La escritora española Carmen Alborch -autora del libro “Solas”- difundió el término neosolteros, que actualmente se utiliza para denominar a quienes han elegido voluntariamente la soltería, para diferenciarlos de la clásica imagen del que es soltero porque no tuvo alternativas, porque no logró formar una pareja.
Por supuesto, el mercado tomó rápidamente nota de los cambios en la estructura demográfica: ya existe una gran gama de servicios pensados exclusivamente para solteros, desde servicios turísticos (hoteles o cruceros donde no se admiten familias), hasta versiones en tamaño individual de ciertos productos, cuya versión familiar representa un derroche innecesario para quienes viven solos.


Un mapa heterogéneo
No todas las personas que eligen la soltería tienen una historia en común, y hay incontables formas de experimentar esta alternativa de vida.
La Lic. Porracín aclara que para hacer un análisis completo de este cuadro social, no hay que olvidar a hombres y mujeres que no permanecen solteros porque quieren, sino porque no tienen espacio para concretar un proyecto afectivo: “El ritmo de vida actual fagocita con su demanda de tiempos productivos a quienes están incluidos en el mercado laboral; muchas personas trabajan más de 12 horas diarias, 6 días a la semana, bajo niveles de estrés que llegan al extremo, y no queda tiempo físico,ni energía suficiente para promover el encuentro amoroso”, concluye.
La población soltera es sumamente heterogénea, y también incluye:
Solteros “temporales”. Son los jóvenes que no rechazan la idea de formar una familia en el futuro, pero retrasan cada vez más la edad del casamiento, ya que priorizan la esfera de la realización personal: los estudios, el auto-conocimiento, la capacidad de autoabastecimiento; por eso hacen la experiencia de vivir solos, para decidir si elegirán más adelante la convivencia.
Padres solos. Otro fenómeno que crece: hombres y mujeres que por distintos motivos no han formado pareja, no se quieren casar, pero igualmente deciden adoptar o engendrar un hijo, y constituir una familia monoparental.
• Soltería secundaria. Así se denomina la situación de quienes anteriormente vivieron en pareja o se casaron, pero una vez separados, eligen no volver a la convivencia.


Almas libres, ¿y solitarias?
La convivencia de pareja nunca es tarea fácil. “La adaptación al ser amado y la postergación de los deseos propios en pos del proyecto familiar, es un modelo vincular que estuvo vigente durante el siglo XX; y aunque sigue vigente, ahora comienza a ser cuestionado por una parte de la sociedad”, explica la Lic. Alicia Hendler. Y agrega que “cada vez más personas comprenden que pueden elegir conscientemente si están o no de acuerdo con todos los valores, reglas y costumbres con los que fueron condicionados desde su nacimiento”.
Luchar por la supervivencia de la relación amorosa, forma parte de un ideal ampliamente extendido, que es el modelo de pareja tal como se lo conoce universalmente: todas las personas renuncian a ciertas cosas en función de sostener una relación o una familia. Encontraste, ahora muchos individuos le dan prioridad a su propia integridad emocional y sus proyectos personales, por lo cual rechazan las relaciones demandantes o complicadas.
“Por nuestra propia naturaleza (la genética evolutiva que nos permite seguir existiendo como especie) siempre está el deseo de compartir con el otro. Pero en los últimos años hemos aprendido que no tiene que ser un único otro, sino que así como vamos cambiando en el transcurso del tiempo, también tienen que cambiar aquellos otros que nos acompañen” reflexiona la Lic. Hendler. Y por esa razón, las nuevas relaciones entre hombres y mujeres están experimentando una apertura hacia nuevas formas, hasta ayer ignoradas.

La mayoría de los nuevos solteros no renuncian al intercambio afectivo, ni tampoco a la vida sexual;muchos de ellos establecen relaciones libres, en las cuales la autonomía de cada uno de los miembros, es lo fundamental.
Otros neosolteros constituyen relaciones muy estables, comparten parcialmente sus vidas, pero aun así eligen no convivir, no comprar bienes en común, y no tener hijos. No quieren institucionalizar el vínculo.
“Se están explorando otras formas de desarrollar la vida en pareja, con el estilo de vínculo que sus integrantes deseen, y eso puede incluir convivencia o no, y pueden tener o no legitimación social”, define la Lic. Porracín.
Por supuesto: estos nuevos vínculos también traen aparejadas nuevas complicaciones; por ejemplo, un reciente estudio científico detectó que quienes viven solos sufren más afecciones en el ritmo cardíaco y el sueño, porque son personas que no cuentan con suficiente nivel de apoyo y contención afectiva cotidiana para enfrentarlos problemas de la vida.
De todas formas, todo parece indicar que la soledad empezó a dejar de tener una connotación desgraciada: hay quienes la disfrutan y la reivindican. Y lo cierto, es que juntos o separados,los seres humanos aún siguen tratando de desentrañar los misterios de la felicidad y del amor. Fórmulas perfectas, no hay.

Perfil de un neo-soltero

¿Qué piensan?
• Están a gusto con su trabajo, con el cual tienen una gran conexión intelectual y les proporciona mucha satisfacción emocional.
No suelen estar preocupados por la estabilidad económica, en muchos casos, porque la han alcanzado, en otros, porque tienen como filosofía vivir el presente.
-        
¿Qué sienten?

• Son personalidades que acostumbran a decidir todo por su cuenta.
• No tienen como prioridad el matrimonio, ni se sienten angustiados cuando no están en pareja. Disfrutan de la soledad como un privilegio.
• No les interesa tener aspiraciones compartidas con las parejas; valoran más que cada uno tenga sus propios proyectos.
• Se niegan a sufrir experiencias dolorosas por amor; si el vínculo afectivo les trae decepciones o complicaciones, le ponen fin con rapidez.

¿Cómo viven?
• Viven solos. Si forman pareja, no conviven ni proyectan una convivencia futura. Tienen más de 25 años, son solteros, separados o viudos, y son activos a nivel social y económico.
• Suelen tener un alto nivel cultural, consumen alta gastronomía, y espectáculos artísticos.

Glosario internacional de la nueva soltería

Childfree. Así se denomina a una tendencia social creciente:personas (y parejas) que deciden no tener hijos; muchos de ellos, además,embanderan con orgullo su condición de neosolteros.
LAT. En muchos países ya se utiliza esta sigla (en inglés: “Living Apart Together”), cuya traducción aproximada es “estar juntos,pero vivir separados”, para definir a las parejas que no quieren convivir.
Neosolteros, singles, impares o nones: Todos sinónimos de ser solteros por elección.
Singlering. En muchos países se puso de moda el uso de un anillo de color turquesa llamado así; simboliza que la persona que lo usa es soltera, está abierta a nuevas relaciones, y vive con orgullo su situación.


El imperio personal
Los lofts -esas viviendas que se pusieron de moda a partir de la década del ’90-, que se caracterizan por no tener divisiones internas ni muros, reflejan bien el hábitat del neosoltero: un hogar indiviso, en la cual no hay necesidad de separar los espacios, porque es para una sola persona: no hay lugar físico ni emocional para una familia,aunque sobren los metros cuadrados.
También son los elegidos por muchos profesionales independientes que viven y trabajan en el mismo lugar, y que forman parte de los que eligen la nueva soltería.

Recursos:
Soltería: elección o circunstancia”, el libro de María Antonieta Barragán Lomelí, aborda el tema en profundidad desde la perspectiva femenina. (Editorial Norma)

Fuentes Consultadas:
-Fabiana Porracín. Psicóloga. Antropóloga. Especialista en clínica de adultos, tratamiento individual y de pareja, con abordaje sistémico y cognitivo-conductual.

-Alicia Hendler. Psicóloga.Terapeuta humanista con enfoque Transpersonal. Especializada en terapia individual, de parejas y grupos.
__